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CORRECIÓN POSTURAL

Técnica de Alexander y Método de Rolf


La técnica de Alexander y el método de Rolf corrigen la postura para mejorar el funcionamiento del cuerpo, la salud y el bienestar.


¿En qué consiste la técnica manual de Alexander?

La técnica de Alexander es una forma de terapia destinada a mejorar la postura para que el cuerpo pueda funcionar de una manera más natural, relajada y eficaz. Quienes la practican aseguran que es completamente inocua, promueve la armonía entre la mente y el cuerpo. la salud y el bienestar, y ayuda a aliviar numerosos trastornos físicos y psicológicos.



Esta técnica fue desarrollada por el actor australiano Frederick Matthias Alexander, quien al tratar de averiguar por qué estaba comenzando a perder la voz, descubrió que tendía a mejorar al corregir su postura. Su hallazgo se convirtió en la base de una serie de ejercicios cuyo propósito es mejorar los movimientos del cuerpo. Hoy día hay en todo el mundo partidarios de su técnica que la enseñan a personas afectadas de diversos padecimientos, y los instructores llaman a éstas alumnos, no pacientes. Cualquier persona puede beneficiarse con la técnica de Alexander; basta con que observe sus posturas corporales delante de un espejo y ponga en práctica algunos de los ejercicios que aquí se ilustran.


Utilidad de la técnica Alexander como terapia manual alternativa

Se afirma que la técnica de Alexander es apropiada para personas de todas las edades y ritmos de vida, pues mejora el estado de salud, el bienestar emocional, la actividad mental y la resistencia al estrés. El escritor británico Aldous Huxley reveló alguna vez que la técnica no sólo había mejorado su salud física y mental, sino que le hacía experimentar “un crecimiento general de todos los niveles del estado de conciencia”.

El zoólogo y etólogo holandés Nikolaas Tinbergen, ganador del premio Nobel de fisiología y medicina en 1973, manifestó que la técnica de Alexander le había provocado “sorprendentes mejorías en la presión arterial, la respiración, la calidad del sueño, la vitalidad y la actividad mental, así como en la habilidad para tocar instrumentos musicales de cuerda”. Tinbergen aprendió la técnica mientras trabajaba como profesor en la Universidad de Cambridge.

Además de mejorar su postura, quienes aprenden los ejercicios de Alexander aumentan un poco de estatura pues tienden a enderezar el cuerpo y a erguir la cabeza. La técnica también ha reportado beneficios a numerosos atletas, bailarines y oradores públicos, y se ha utilizado con relativo éxito para combatir trastornos como dolor de espalda, fatiga, depresión, dolor de cabeza por tensión muscular, ansiedad, hipertensión, enfermedades respiratorias, úlceras pépticas, síndrome de colon irritable, colitis, artritis reumatoride, osteoartritis, lumbago, ciática y asma.


¿Cómo es una consulta de la terapia manual de Técnica de Alexander?

Es difícil encontrar un instructor cualificado. El instructor primero observa cómo se mueve la persona. Incluso actividades sencillas como andar o leer implican la acción coordinada de muchos músculos, y se requiere cierto grado de tensión muscular para oponer resistencia a la fuerza de gravedad. Los niños se mueven con naturalidad, pero a medida que crecen tienden a adquirir malos hábitos corporales. Además, el estrés en muchas ocasiones induce a contraer demasiado los músculos, lo que se comprueba en actos tan sencillos como apretar el lápiz al escribir, al abrir tapones de envases o al sujetar el volante del automóvil.

Algunas personas padecen de tensión muscular crónica, cuya consecuencia es la desalineación de la cabeza, el cuello y la espalda, lo que a su vez provoca hundimiento de los hombros y una postura general desgarbada. Si la desalineación no se corrige, la columna vertebral se deforma y puede aparecer una joroba en la base del cuello, lo cual es causa frecuente de dolor de espalda y afecta el funcionamiento del corazón, los pulmones y el aparato digestivo.

El instructor enseña después a la persona a corregir sus malas posturas y a restituir el hábito de usar los músculos con el mínimo esfuerzo y la máxima eficiencia. Colocado de pie, sentado o acostado, el alumno se relaja y entonces el instructor le manipula cuidadosamente el cuerpo para hacerle adoptar una postura más natural. La persona debe concentrarse en las indicaciones del instructor, que procura inducirle a pensar en la técnica como un medio para conocer todas las reacciones de su cuerpo.

Mediante la práctica constante y concentrándose en las buenas posturas, el alumno poco a poco aprende a reducir la tensión y a usar el cuerpo correctamente. El instructor no fuerza ni comprime las articulaciones para corregir la postura; sólo efectúa sutiles ajustes para que la persona pueda caminar, sentarse, permanecer de pie y moverse de una manera más desenvuelta. Las sesiones duran de 30 a 45 minutos, y la técnica se aprende en unas 30 sesiones, al cabo de las cuales la persona debe continuar practicándola con regularidad para conservar sus beneficios.


El punto de vista ortodoxo sobre la técnica Alexander

Ciertas investigaciones emprendidas recientemente han confirmado los hallazgos de Alexander sobre los efectos nocivos de la mala postura corporal y la relación existente entre la ansiedad y la tensión muscular. Los médicos no cuestionan la utilidad terapéutica de los ejercicios de Alexander, si bien aconsejan aprender la técnica con un instructor competente y no usarla en sustitución del tratamiento alopático ortodoxo en casos de trastornos musculares y articulares graves.


Los efectos de la mala postura corporal sobre la salud y el bienestar.

Muchas personas adoptan posturas incorrectas aun estando de pie, lo cual es causa de dolor muscular en diversas partes del cuerpo. Algunas tienden a encorvar la espalda y hundir los hombros, por lo que parecen desgarbadas y se sienten incómodas. Al tratar de corregir su postura, tienden a enderezarse demasiado y a arquear la espalda, lo que también tiene efectos dañinos. Un instructor puede enseñar a la persona a adoptar una postura más equilibrada y natural. La técnica de Alexander tiene el propósito de rehabilitar todo el sistema muscular del alumno, así como restablecer la gama de movimientos naturales de la infancia para reducir al mínimo el esfuerzo muscular.

Los instructores recurren a la manipulación para corregir la postura corporal. Algunos ayudan al alumno a relajarse y luego le aplican un cuidadoso estiramiento de los músculos del cuello; otros utilizan leves movimientos de presión, por ejemplo en las caderas, el abdomen y la espalda.


Recomendaciones de la técnica Alexander para mejorar la salud y el bienestar.

Los malos hábitos corporales, entre ellos las posturas forzadas, suelen estar tan arraigadas que parecen naturales, lo que en muchos casos dificulta erradicarlos. Aunque la técnica de Alexander debe aprenderse con un instructor cualificado, cualquier persona puede beneficiarse con estos ejercicios: hay que observarse detenidamente ante un espejo y luego adoptar posturas y movimientos cómodos que impliquen el mínimo de esfuerzo muscular.

 

  • Caminar:
    Incorrecto: Agachar la cabeza, encorvar la espalda y hundir los hombros.
    Correcto: Mantener bien alineados la cabeza y el cuello y relajar los hombros con naturalidad. Hay que sentir el peso del cuerpo en cada pie al alternar los pasos.
  • Sentarse:
    Correcto: Erguir la cabeza con soltura, aflojar los hombros, separar un poco las rodillas (cruzar las piernas fuerza la pelvis y la columna) y asentar los pies en el suelo.
    Incorrecto: Agachar la cabeza y tensar los hombros y el abdomen dificulta la respiración. Tampoco hay que enderezar demasiado la espalda al sentarse.
  • Sentarse y levantarse de una silla:
    Correcto: Mantener alineados el cuello y la espalda y sólo flexionar la cadera, las rodillas y los tobillos, como se hace al ponerse en cuclillas. Hay que adoptar la misma postura al levantarse.
    Incorrecto: Al sentarse, dejar caer el cuerpo, echar la cabeza hacia atrás y arquear demasiado la parte baja de la espalda.
    Incorrecto: Al levantarse, adelantar el cuerpo, flexionar la cintura y luego enderezarse.
  • Trabajar en un escritorio:
    Incorrecto: Reclinarse, tensar el abdomen y apoyar los codos en el escritorio.
    Correcto: Sentarse bien e inclinar el cuerpo sólo lo suficiente para poder escribir con comodidad. No hay que apretar el lápiz al escribir ni tensar los hombros al mecanografiar o usar un ordenador. La silla debe tener la altura adecuada para poder alcanzar la superficie de trabajo sin tener que extender los brazos.


¿Qué es el Método de Rolf como terapia manual alternativa?

De acuerdo con la autora de esta disciplina, la bioquímica estadounidense Ida P. Rolf (1896-1979), numerosos trastornos de salud son causados por una mala postura corporal, como encorvar la espalda y dejar caer los hombros. Muchas personas se esfuerzan cotidianamente por corregir esto, y al hacerlo derrochan energía y alteran el funcionamiento normal de su cuerpo, lo que las vuelve vulnerables a las enfermedades.

Para prevenir esta consecuencia, la doctora Rolf ideó una compleja técnica manipulativa llamada “reintegración estructural” y que hoy día se conoce como método de Rolf o rolfing. Mediante el masaje del tejido conjuntivo y los músculos del cuerpo, se procura realinear éste de manera que sus partes integrantes formen una línea vertical recta. La doctora Rolf consideraba que sólo así el campo gravitacional de la Tierra podía sostener en forma adecuada el campo de energía del propio cuerpo, y restituir el bienestar físico y psicológico.
Después de casi 35 años de atender pacientes en relativo anonimato, la doctora Rolf comenzó a adiestrar terapeutas en California a mediados de la década de 1960.


Utilidad del método manipulativo de Rolf como terapia manual alternativa.

Se dice que el método de Rolf puede ayudar a cualquier persona que note desajustes en la estructura de su cuerpo y que le ocasionen trastornos físicos o psicológicos, en particular dolor de espalda por tensión muscular.


¿Cómo es una consulta en el método de Rolf como terapia manual alternativa?

Muchos médicos osteópatas, fisioterapeutas y quiroprácticos han empezado a usar el método de Rolf en su ejercicio profesional. Durante la sesión, la persona se coloca en diversas posiciones. Una paciente se acuesta de lado mientras el terapeuta le presiona los músculos con el fin de mejorar la alineación de la cadera y cambiar así la relación entre la pierna y la pelvis. Al cabo de tres sesiones, el terapeuta estimula los músculos dorsales y luego hace presión a los lados de la columna vertebral; el efecto de este masaje repercute en toda la espalda. Luego se da masaje a la zona del diafragma y a los músculos de alrededor de las caderas, cuya lesión suele ocasionar dolor de espalda y de cuello. En la sexta sesión, se da masaje en toda la espalda. El terapeuta mueve hacia los lados la pierna de la paciente para alinearle la cadera y al mismo tiempo hace presión en varios músculos, entre ellos los vulnerables a la dolorosa ciática. Las sesiones siguientes se dedican a consolidar el mejoramiento de la postura.


El punto de vista ortodoxo sobre el método de Rolf como terapia manual alternativa.

El método de Rolf combina varios aspectos de quiropráctica, osteopatía y de la terapia bioenergética, cuyo propósito es armonizar el cuerpo y la mente. En opinión de los médicos, debe ser considerada como una disciplina para conocer el propio cuerpo, y no tanto como un recurso terapéutico para combatir trastornos específicos.

 

Nota Importante:

El Consejo Profesional de Terapeutas le recomienda que se asegure que su terapeuta cumple con un código ético como terapeuta profesional, y de que cuenta con la formación adecuada en su especialidad, bien sea como especialista en la materia, o incluso como doctorado

El Consejo Profesional de Terapeutas no asume ninguna responsabilidad del uso de los consejos terapéuticos y sus posibles efectos en la salud, y aconseja consultar siempre con los especialistas de cada rama. No tome por su cuenta medicamentos que deban ser prescritos por un profesional sanitario acreditado. No deje de tomar ningún medicamento que le haya sido prescrito por un profesional sanitario sin la supervisión adecuada.

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